De los años 50
del pasado siglo, cuando no había lavadoras ni neveras ni coches ni teléfonos,
data una generación que nunca ha visto una guerra. Son los componentes de la actual
clase media, cuya vida se desgrana en las páginas de este libro, que por
imperativos del guión he dividido en tres secciones.
Este primer
acto es bastante rosa, pero claro, los protagonistas son jóvenes, ¿y
para quién no es rosa la época de la juventud? Tiempo llegará, cuando
crezcan, en que cambie el tinte y las cosas no sean tan fáciles, pero esto
quedará para la segunda y, sobre todo, la tercera parte de la narración, que
abarca la vida completa de aquellos seres legendarios de los pelos al viento,
que la iniciaron entre novedades entonces tan revolucionarias como los
vaqueros, las minifaldas, las puestas de sol en las playas, los bikinis y el
rock and roll.
Habrá quien se
pregunte el porqué del título, pero la cosa tiene fácil explicación. Deriva de
una canción de la época que se llamaba Megatón yeyé. Luego, con los años
y todo el cachondeo posible, para referirse a cierto estado de ánimo se dijo Cegatón
yeyé, y ahora, en la época de las telenovelas y otros folletines,
fastidiosas manifestaciones de la reciente cultura de masas, con igual
propiedad podría decirse Culebrón yeyé. Quede por tanto el título en
paz.
Esta primera
parte del cuento, que cuento es, y con muchas moralejas, puede verse en la
siguiente dirección:
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