domingo, 23 de diciembre de 2007

El cuento del gabardinoso, entrega 12

En la barra del Tenis se lo jugaron a los chinos, y la fortuna acabó cebándose en Pepelú.
–Te ha tocado a ti.
El mencionado se parapetó tras el vaso.
–¿A mí...? ¡No me líes, Mariflor, que yo eso no lo hago!
–Has perdido tú.
–¿Y a mí qué me importa? La idea ha sido tuya, y si te quieres meter en ese lío...
Todos se miraron. Ninguno dijo nada, pero en sus caras se adivinó que aprobaban el punto de vista de aquel a quien había señalado la Providencia.
–Bueno, ¿quién ha quedado el anteúltimo?
Hubo nuevas sonrisas, aunque nadie se atrevió a abrir la boca.
–¿Quién..., yo...? Pero bueno, venga, macho, ¿tú estás mal? ¿Que me disfrace de colegiala para andar de noche por ese barrio...? Le ha tocado a éste, y si no quiere...
La discusión se prolongó durante un rato en el que no consiguieron ponerse de acuerdo, y al fin Juan, Juan el gomoso, respiró.
–¿Sabéis lo que os digo...? Pues que ya que estáis todos tan cagados..., lo haré yo. Alguien lo tiene que hacer, ¿no?, y como soy el capitán, y vosotros... En fin, ¡todo sea por la causa...! Pero vosotros me acompañáis, ¿eh? Dos de vosotros, en el coche...
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(continuará)

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